El famoso diseñador lanzó por primera vez la propiedad en 2016 por 61,6 millones de euros y la rebajó 22 millones en 2019 tras adquirir una mansión en Beverly Hills
Tom Ford ha conseguido encontrar, por fin, un comprador para su espectacular propiedad en Nuevo México. Fue en 2016 cuando el afamado diseñador puso, por primera vez, a la venta su preciado rancho por 75 millones de dólares (61,6 millones de euros), una cifra astronómica que ningún comprador estaba dispuesto a ofrecer.

En 2019, el también cineasta decidió hacerse con una mansión en Beverly Hills por la que pagó unos 50 millones de dólares, unos 41 millones de euros al cambio, y para poder sufragar dicho desembolso decidió bajar el precio de Cerro Pelón, nombre con el bautizó a su querida propiedad, hasta los 48 millones de dólares (39,4 millones de euros). Pese a esto, no ha sido hasta ahora, según una publicación en Instagram del agente inmobiliario de Nueva York Clayton Orrigon de Compass, cuando ha conseguido encontrar un nuevo dueño para este increíble rancho, eso sí, lo que no ha trascendido es si Ford ha hecho alguna rebaja más.
Situada en la cuenca Galisteo, al sureste de Santa Fe, esta propiedad de casi 9.000 hectáreas incluye la que es la casa de los sueños de Ford, una vivienda diseñada por el prestigioso arquitecto japonés Tadao Ando, dato que justifica su alto valor de mercado. Para dar forma a este complejo modernista, Ando se valió de la ayuda de la firma de diseño y construcción Marmol Radziner.

El trabajo de Ando es conocido por su uso creativo de la luz natural y, por supuesto, esta mansión no iba a ser una excepción. La estructura de la casa de hormigón contrasta con la luz que se refleja en el agua de la piscina de borde infinito reflectante situada frente a ella. La vivienda, de concepto abierto, cuenta con ventanales de suelo a techo y estancias que combinan piedra y madera. El diseñador estaba tan satisfecho con su trabajo para Ford que usó dicha vivienda como portada de su libro Ando, Completed Works 1975-2012.
El rancho incluye, también, dos casas de huéspedes privadas e independientes, una cancha de tenis, cuatro cuartos para el personal, almacenes ocultos, un edificio de oficinas y hasta una pista privada de aterrizaje. Pero, lo que más llama la atención es su estudio de cine con un poblado Western incluido, un espacio que fue construido en 1984 para el rodaje de la película de Lawrence Kasadan, Silverado.

Desde entonces, este set ha sido escenario de diferentes clásicos del oeste, así como de taquillazos como Wild Wild West o la entrega de Thor de 2011. Para satisfacer la pasión de Ford por la hípica, Tadao Ando inluyó, además, instalaciones ecuestras ultramodernas que incluyen un establo con capacidad para ocho caballos y dos picaderos.

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